Mictlantecuhtli: conoce al dios azteca del inframundo y la muerte
Mictlantecuhtli es un dios mexica venerado en toda Mesoamérica por ser el dios del inframundo y la muerte, estrechamente relacionado con animales como arañas, búhos y murciélagos. En su morada, el Mictlán, todas las almas se encontraban con él y tenían que pasar nueve pruebas para llegar allí, incluyendo una montaña de obsidiana y un viento helado que cortaba como navajas. En este artículo, profundizaremos en la cultura y mitología mexica, y en la relación de Mictlantecuhtli con la vida y la muerte.
Antecedentes y mitología
En la cultura mexica, la muerte y el inframundo eran concebidos como parte de un ciclo de vida y muerte continuo y Mictlantecuhtli, dios del inframundo y la muerte, era uno de los dioses más importantes en la mitología mexica. Junto a su esposa Mictecacíhuatl, se consideraba el gobernante del Mictlán, el inframundo azteca.
La cultura mexica y sus deidades
La cultura mexica era una cultura agrícola y guerrera que se estableció en el valle de México en el siglo XIII. Tenían una religión politeísta en la que se adoraban a numerosas deidades, cada una con una función específica, desde dioses relacionados con el sol y la lluvia hasta dioses de la muerte y el inframundo.
Mictlantecuhtli: dios del inframundo y la muerte
Mictlantecuhtli es el dios azteca del inframundo y la muerte. Era representado como un esqueleto adornado y estaba estrechamente relacionado con animales como las arañas, los búhos y los murciélagos. Se creía que todas las almas se encontrarían con él después de la muerte y tenían que pasar por nueve pruebas para llegar al Mictlán.
Mictlan: el lugar donde se encontraba Mictlantecuhtli
El Mictlán era el inframundo azteca donde Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacíhuatl habitaban. Se creía que el Mictlán estaba dividido en nueve regiones, cada una gobernada por una deidad específica. Las almas de los fallecidos tenían que pasar por estas regiones para llegar a la morada de Mictlantecuhtli.
El Mictlán y las pruebas que debían pasar las almas
En la cultura mexica, se creía que después de la muerte, todas las almas debían pasar por una serie de pruebas para llegar a su destino final. El lugar de residencia de Mictlantecuhtli, dios del inframundo y la muerte, era el Mictlán, la morada de los muertos. En este lugar, las almas tenían que pasar por nueve pruebas antes de alcanzar el estado final de eternidad en la presencia de los dioses.
El Mictlán: la morada de los muertos
El Mictlán era un lugar temido por los mexicas, y se pintaba como un lugar oscuro y peligroso. Los muertos viajaban hacia allí después de morir, independientemente de su edad, género o estatus social. Aunque el Mictlán no era un lugar de castigo, los muertos debían pasar por una serie de pruebas antes de poder llegar allí.
Las pruebas que debían pasar las almas
Las pruebas eran muy duras y se consideraban un obstáculo difícil de superar. Las almas debían pasar por múltiples pruebas, como atravesar una montaña de obsidiana, cruzar un río rodeado de rocas afiladas y un viento helado que cortaba como navajas. Además, las almas debían soportar el hambre y la sed, que eran cuidadosamente vigiladas por los guardianes del Mictlán. Las pruebas simbolizaban el camino que el difunto debía recorrer para alcanzar la plenitud.
Los amuletos y el perro enterrado con los muertos
Para ayudar al difunto a superar las pruebas, se enterraba un perro con su cuerpo. También se colocaban amuletos con el cadáver. Estos amuletos y el perro simbolizaban la necesidad de compañía en el camino hacia el Mictlán y su protección en su viaje hacia el más allá.
Mictlantecuhtli y su papel en la creación y la vida
Mictlantecuhtli tenía un papel importante en la mitología mexica en lo que respecta a la creación y la vida. Según la leyenda, Mictlantecuhtli se negó inicialmente a entregar los huesos que permitirían a los dioses crear la humanidad. Sin embargo, el dios del viento, Quetzalcóatl, lo engañó y logró obtener los huesos necesarios. De esta forma, Mictlantecuhtli contribuyó de manera indirecta a la creación de los seres humanos. Mictlantecuhtli también era considerado como un dador de vida. Se creía que la semilla de la vida estaba en sus manos y que podía usarla para crear nuevas plantas y animales. Empleado de esa manera, se honraba su papel en la creación de nuevos seres vivos. En muchas ocasiones, los artistas mexicas representaban a Mictlantecuhtli con semillas o plantas en sus manos para hacer referencia a esta habilidad. La relación de Mictlantecuhtli con la naturaleza también era muy importante. Se dice que estaba estrechamente relacionado con animales como las arañas, los búhos y los murciélagos. Además, su esposa, Mictecacíhuatl, era la diosa de la muerte y de las flores.
La creación de la humanidad y el papel de Mictlantecuhtli
La creación de la humanidad fue posible gracias a los huesos que Quetzalcóatl logró obtener de Mictlantecuhtli. Según la leyenda, los dioses crearon a los seres humanos a partir de estos huesos mezclados con la sangre de los dioses. Sin embargo, Mictlantecuhtli no participó directamente en la creación, sino que actuó como proveedor de los huesos.
Mictlantecuhtli como dador de vida y su relación con la semilla de la vida
Mictlantecuhtli era considerado un dios de la fertilidad y de la vida. Se creía que tenía la capacidad de crear vida a partir de la semilla de la vida que llevaba en sus manos. Esta semilla representaba la fuerza que daba origen a la vida, algo que era muy importante para los pueblos de Mesoamérica.
La relación de Mictlantecuhtli con animales y la naturaleza
La relación de Mictlantecuhtli con el mundo natural se ve reflejada en la elección de sus animales sagrados, que eran la araña, el búho y el murciélago. Además, Mictlantecuhtli era considerado una fuerza de fertilidad y vida, lo que lo convertía en un personaje importante dentro de la visión mexica del mundo natural.
La visión española sobre Mictlantecuhtli y su templo
La traducción de Mictlantecuhtli como el diablo y su reino como el infierno
Durante la conquista de México por parte de los españoles, ellos empezaron a traducir los nombres y conceptos de los dioses mexicas a términos que les parecían más conocidos. Así fue como Mictlantecuhtli, dios del inframundo y la muerte, fue traducido como 'el diablo'. Además, su reino, el Mictlán, fue considerado como un lugar equivalente al infierno cristiano. Es importante recordar que esta traducción no es del todo precisa y que se deben tener en cuenta las diferencias culturales entre ambas culturas.
La destrucción de los templos de Mictlantecuhtli por parte de los españoles
Durante la conquista de México, los españoles destruyeron gran parte de los templos y edificaciones mexicas, incluyendo los templos dedicados a Mictlantecuhtli. Esta destrucción no solo significó la pérdida de una parte importante de la cultura mexica, sino que también causó la desaparición de gran cantidad de arte e información sobre esta deidad y su culto.
Conclusión
La visión española sobre Mictlantecuhtli y su templo fue negativa, derivada de las diferencias culturales entre las dos culturas. La traducción errónea de su nombre y la consideración de su reino como equivalente al infierno cristiano, sumada a la destrucción de los templos y culturas mexicas, contribuyó a la pérdida de valiosos conocimientos sobre esta deidad y su papel en la cultura mesoamericana.
La visión de la muerte en la cultura mexica y la relación con Mictlantecuhtli
La muerte tenía una gran importancia en la cultura mexica, y se consideraba como un proceso natural y necesario de la vida. Para los mexicas, la muerte no significaba el fin de la existencia, sino que era el paso a otra vida en el inframundo. Mictlantecuhtli, como dios del inframundo, ocupaba un lugar destacado en esta concepción de la muerte.
Las regiones y sus deidades específicas relacionadas con la muerte
Según la mitología mexica, el inframundo estaba dividido en varias regiones, cada una de ellas con su propia deidad. Mictlantecuhtli gobernaba la región central, donde se encontraba el Mictlán. Otras regiones importantes eran el Tlalocan, gobernado por Tláloc, dios de la lluvia, y donde se encontraban los muertos por causa de las enfermedades relacionadas con la lluvia; el Chicunauhmictlan, regido por el dios Xipe Tótec, donde se encontraban los muertos en batalla o los sacrificados; y el Omeyocan, hogar de los dioses y de los hombres ilustres, gobernado por Ometeotl.
La relación de Mictlantecuhtli con las diferentes regiones del inframundo
Mictlantecuhtli se relacionaba con todas las regiones del inframundo, pero su papel principal era en el Mictlán, donde las almas debían pasar por las nueve pruebas antes de alcanzar el descanso eterno. Se creía que si no se superaban las pruebas, las almas se convertirían en animales en la siguiente vida. Los templos de Mictlantecuhtli se encontraban en varias regiones del imperio mexica, y eran lugares sagrados donde se realizaban ofrendas y sacrificios en honor al dios del inframundo.
Otros aspectos de la relación de Mictlantecuhtli con la muerte
Mictlantecuhtli no solo era el dios del inframundo, sino que también era un dador de vida. Se creía que tenía el poder de hacer crecer la semilla de la vida en el inframundo, y que de esta forma se creaba la vida en la Tierra. Además, su estrecha relación con animales como los búhos, las arañas y los murciélagos lo convierten en una figura misteriosa e intrigante para los estudiosos de la cultura mexica.
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